Por Armando de la Garza
En un giro sorprendente en la política fiscal mexicana, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha enviado al Congreso una propuesta de modificación al artículo 18-A de la Ley Federal de Derechos. Esta iniciativa busca destinar los ingresos obtenidos por los visados y documentos migratorios de turistas a un fideicomiso de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La medida ha generado un intensa molestia entre empresarios turísticos.
Según la propuesta, los fondos recaudados de los turistas se utilizarán para financiar la operación, administración, desarrollo y construcción de infraestructura de proyectos en los que el Ejército tiene participación. Entre estos proyectos se encuentran el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y la reactivación de la aerolínea Mexicana de Aviación. Esta decisión ha desatado la preocupación y enojo de los empresarios del sector turístico, quienes ven esta medida como un desvío de los recursos que originalmente estaban destinados a promover México en el extranjero.
Los empresarios argumentan que el impuesto, creado con la intención de impulsar la imagen del país como un destino turístico atractivo, ahora se utilizará para fines que no benefician directamente a la promoción del turismo. “Es alarmante que los recursos obtenidos de los turistas se usen para financiar proyectos militares en lugar de mejorar la infraestructura turística y atraer más visitantes”, expresaron representantes del sector.
La controversia se intensifica en un contexto donde la industria turística ha enfrentado desafíos significativos, especialmente Los empresarios temen que esta nueva medida pueda afectar la percepción de México como un destino turístico seguro y acogedor.
Desde el gobierno, se argumenta que la participación del Ejército en proyectos estratégicos es fundamental para el desarrollo del país. Sin embargo, la decisión de usar fondos turísticos para estos fines ha sido recibida con escepticismo y críticas por parte de diversos sectores de la sociedad.
A medida que el Congreso analiza la propuesta, la discusión sobre el uso de recursos derivados del turismo y su impacto en la industria sigue en el centro del debate público. La comunidad turística espera que se reconsideren estas decisiones para garantizar un futuro próspero y sostenible para el sector.
Armando de la Garza