Por Armando de la Garza
Con la reciente alza en los salarios mínimos y la implementación de la tabla de mínimos profesionales, se anticipa un ajuste inminente en las tarifas de los hoteles, que se incrementarán en al menos un 10%. Este aumento no solo afecta el salario directo de los trabajadores, sino también todas las prestaciones de ley asociadas.
Según el Banco de México, la inflación anual se proyecta en un 4.44% para el cierre de 2024, lo que impactará en los costos operativos de los establecimientos hoteleros. En cuanto a la actividad económica, el banco reporta un crecimiento variado: las actividades primarias aumentaron un 3.8%, las terciarias un 1.9% y las secundarias solo un 0.5%. En los primeros nueve meses de 2024, el PIB mostró un incremento del 1.4% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Armando de la Garza, Comisionado de Turismo en la Cámara de Comercio de Monclova y Secretario estatal de la Asociación de Hoteles y Hospedaje en Coahuila, señaló que el incremento salarial del 12% tiene como objetivo mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores. Sin embargo, advirtió que este tipo de decisiones deben estar alineadas con un aumento en la productividad para fomentar el crecimiento económico.
“La fórmula es sencilla: menos salidas y más entradas. Es fundamental reducir el paternalismo y promover un entorno donde la productividad impulse el desarrollo”, afirmó De la Garza.
Este ajuste en tarifas se verá reflejado en los próximos meses, lo que podría afectar tanto a los turistas como a los residentes locales que dependen de los servicios hoteleros. La industria hotelera se enfrenta, por tanto, a un delicado equilibrio entre garantizar salarios justos y mantener la competitividad en un mercado en constante evolución.
