Mexico Extraordinario 4 Julio 2017
Armando de la Garza/ Fuente El Economista
El subsecretario federal de Turismo, Salvador Sánchez Estrada, informó que, a petición del sector hotelero del país, se ha instalado una mesa de trabajo en la que participa la Secretaría de Hacienda y la propia Secretaría de Turismo (Sectur) para analizar y proponer una regulación a plataformas como la de Airbnb en el país, la cual es considerada por el empresariado hotelero como una competencia desleal.
“Toda la cuestión de Airbnb se está viendo con Hacienda, porque son cuestiones fiscales las que competen; un grupo de trabajo está analizando lo que sucederá con estas plataformas; hay un grupo de trabajo respecto del cual tenemos que esperar a que defina lo que sucederá; no puede adelantar en qué términos o cuál será la propuesta que presentarán”, dijo.
Al cuestionársele si Airbnb es una competencia desleal para la hotelería establecida en México, el funcionario federal dijo: “Yo creo que todos deben de cumplir lo que establezca la ley para el pago de impuestos, tanto impuestos locales como federales, sin embargo, serán Hacienda, las asociaciones de hoteles de todo el país y la propia Sectur las que definan qué se va a hacer”. El funcionario dijo que el Registro Nacional Turístico (RNT) es una forma de ordenar el sector, pues a través de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la propia Sectur se han emitido y se continuarán emitiendo comunicaciones en las que se recomienda al turismo nacional e internacional consumir únicamente productos que ostenten su RNT, pues es una forma de dar certidumbre sobre los servicios que ofrece la empresa, lo cual no pueden ofrecer plataformas como Airbnb u otras que han cometido abusos con la venta de paquetes vacacionales durante esta temporada de verano.
Sánchez Estrada dijo que una vez concluido el plazo para registrarse ante el RNT, aún no hay cifras finales de cuántos hoteles acataron esta nueva obligación, aunque dijo que al menos 10% de toda la hotelería en el país optó por la opción de “sin categoría”, lo cual los excluye de poder ostentar el esquema estrellas para definir el nivel de su hotel o servicio, además de que tampoco tendrán financiamiento para ciertos programas. (Fuente: El Economista)
