Por Armando de la Garza

Cambios en Estados Unidos prometen optimizar la experiencia del viajero y mejorar la seguridad en aeropuertos.

A partir de septiembre de 2023, los pasajeros de vuelos en Estados Unidos deberán adaptarse a una nueva normativa que transformará significativamente la gestión de su equipaje de mano. Esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la experiencia del viajero y optimizar los procesos de seguridad en los aeropuertos, alineándose con regulaciones ya en vigor en Europa.

La normativa establece que el equipaje de mano es un “componente esencial” del viaje, lo que significa que no se generarán costos adicionales para los pasajeros, siempre que se respeten las nuevas restricciones. Estas pautas proporcionarán mayor claridad sobre el peso, tamaño y los objetos permitidos en el equipaje, facilitando así la planificación de los viajeros.

En cuanto al peso permitido, la normativa establece que el equipaje de mano deberá respetar un límite que oscila entre los 7 y los 10 kg, dependiendo de la aerolínea. Las dimensiones permitidas varían, generalmente comprendiendo entre 55 cm x 35 cm x 20 cm y 56 cm x 45 cm x 25 cm. Estas especificaciones buscan reducir las incidencias en los controles de seguridad y agilizar el proceso de embarque.

La implementación de estas nuevas regulaciones ha sido bien recibida por las aerolíneas y organizaciones de consumidores, quienes destacan la necesidad de contar con lineamientos claros que faciliten la experiencia de viaje. Con la esperanza de que estos cambios generen un impacto positivo en la congestión de los aeropuertos, se espera que los pasajeros se sientan más seguros y organizados al abordar sus vuelos.

A medida que la industria aérea continúa adaptándose a las demandas de los viajeros, esta normativa marca un paso importante hacia la estandarización de las políticas de equipaje a nivel mundial. Los viajeros deben estar atentos a estas actualizaciones y prepararse para un viaje más fluido y menos estresante.