Armando de la Garza

Mi aventura comenzó con la facilidad de llegar a República Dominicana, un destino que se ha convertido en uno de los más solicitados en el Caribe gracias a su excelente conectividad aérea y la calidez de su gente.

Desde el aeropuerto AIFA en México, partí con destino a Punta Cana a través de la aerolínea ARAJET, una compañía joven pero con un servicio sumamente profesional y atento. La experiencia a bordo fue muy agradable, y en unas cuatro horas me encontraba ya en el paraíso caribeño, listo para comenzar a explorar y disfrutar de todo lo que este hermoso destino tiene para ofrecer.

Al descender del avión, una sensación de tranquilidad y entusiasmo me invadió. En la terminal aeroportuaria, ya me esperaba un vehículo privado que me trasladó sin contratiempos hasta mi alojamiento en el hotel Ziva Cap Cana. Al llegar, la primera impresión fue la de ingresar en un oasis de lujo y confort.

Este hotel, reconocido como uno de los cinco mejores del mundo en la categoría de todo incluido, realmente hace honor a su prestigio. La belleza de sus instalaciones, el cuidado en cada detalle y la amabilidad de su personal crean un ambiente que invita a relajarse y disfrutar al máximo.

Las habitaciones, espaciosas y modernas, estaban decoradas con un estilo elegante y acogedor. La vista desde mi habitación, con el océano Atlántico en el horizonte, fue un regalo para los sentidos. Los restaurantes del hotel ofrecen una variedad de sabores internacionales y locales, con una calidad que supera las expectativas. Cada comida fue una experiencia gastronómica, acompañada de un servicio atento y profesional que hizo que cada momento fuera especial.

Durante mi estancia, aproveché para visitar otros lugares emblemáticos en Cap Cana, como el hotel Lopesan. Este resort, con sus amplias áreas, jardines exuberantes y una oferta gastronómica de primer nivel, rebasó toda expectativa. La bienvenida fue cálida y personal, gracias a la atención de Raysa Feliz, gerente de relaciones institucionales y comunicación de Lopesan Costa Bávaro Resort. Ella nos mostró con entusiasmo los espacios del hotel y nos explicó por qué su servicio de alimentos y bebidas es considerado uno de los mejores del área. La calidad, variedad y presentación de sus platillos y bebidas realmente impresionaron a todos los presentes.

En ese mismo lugar, tuvimos la oportunidad de participar en una actividad muy importante: la Asamblea de la Federación Iberoamericana de Periodistas de Turismo (FIPETUR). Donde tuvimos la oportunidad de nombrar presidente electa a nuestra amiga Yenny Polanco Lovera, cubriendo a nuestra amiga María Shaw Arocena después de una administración brillante durante dos años al frente de FIPETUR.

La reunión se llevó a cabo en un ambiente profesional, rodeada de un entorno de lujo y belleza, lo que hizo que las discusiones y decisiones fluyeran con mayor inspiración y compromiso.

Por la tarde, regresamos al Ziva Cap Cana para una cena en su restaurante italiano. La atmósfera cálida y elegante, combinada con sabores auténticos y perfectamente preparados, hicieron que la noche fuera simplemente perfecta. Disfruté de cada bocado, saboreando la pasta, las pizzas y los vinos, acompañados de buena compañía y un ambiente relajado.

El día siguiente empezó con un desayuno espectacular en el hotel, con una variedad de frutas frescas, panes artesanales, huevos al gusto, jugos naturales y cafés de alta calidad. Con energías renovadas, nos dirigimos al centro de convenciones del hotel Barceló, donde tuvo lugar uno de los eventos más importantes del viaje: el DATE — Dominican Annual Tourism Exchange.

Ahí tuvimos la oportunidad de hacer entrega de un reconocimiento al ministro de Turismo, David Collado, quien sin duda es considerado uno de los 10 mejores ministros de Turismo en el mundo.

Este encuentro es una feria especializada en turismo donde los principales actores del sector hotelero, agencias de viajes, operadores internacionales y compradores de diversos países se reunieron para intercambiar información, establecer alianzas y cerrar negocios.

Fue una experiencia enriquecedora que mostró el dinamismo y la proyección del turismo en República Dominicana. La feria nos permitió conocer de primera mano la oferta hotelera, las nuevas tendencias y las estrategias para seguir posicionando al país como uno de los destinos favoritos del mundo.

Por la mañana y como es costumbre en nuestra Federación, plantamos un árbol de Caoba dejando huella permanente de nuestra visita, un evento al qué llamamos Plantación de integración.

La siembra se realizó en la “Laguna las garzas”, un humedal que fue preservado por Cap Cana por su diversidad de flora y fauna. La especie seleccionada para esta siembra fue la caoba Swietenia mahagoni, el árbol nacional de la República Dominicana, muy apreciado por su importancia económica y ecológica.

El momento culminante de este viaje llegó con la ceremonia de toma de protesta de nuestra nueva presidenta de FIPETUR, Yenny Polanco Lovera. La ceremonia se realizó en el hermoso restaurante Punta Espada, en la exclusiva Ciudad Destino de Cap Cana. El lugar, con vistas impresionantes y una arquitectura moderna, fue el escenario perfecto para este acto tan significativo. La formalidad y alegría de la ocasión marcaron un antes y un después para nuestra organización, reafirmando nuestro compromiso con el turismo y la promoción de la región.

Tras la ceremonia, celebramos con una comida espectacular que combinó sabores locales e internacionales, en un ambiente festivo y lleno de entusiasmo por los nuevos retos y metas. La noche se cerró en nuestro hotel sede, el Ziva Cap Cana, con una velada de convivencia, risas y buenos deseos, cerrando así un día lleno de momentos memorables.

Hoy, de regreso en México, llevo en mi corazón la sensación de haber vivido una experiencia verdaderamente maravillosa. La calidez de la gente, la belleza natural, la calidad del servicio y la organización de eventos en República Dominicana hacen de este destino un lugar único en el mundo. Sin duda, si aún no has tenido la oportunidad de visitarlo, te estás perdiendo de uno de los secretos mejor guardados del Caribe. ¡Una experiencia que queda en la memoria y en el alma