Armando de la Garza
Desde el momento en que llegamos a Parras de la Fuente, supimos que estábamos ante un destino que iba mucho más allá de un simple pueblo mágico; era un enclave de historia, lujo, tradición y, sobre todo, romanticismo. La atmósfera que respira este rincón de Coahuila invita a soñar, a celebrar el amor y a vivir experiencias que permanecen grabadas en la memoria.
Nuestro objetivo era claro: conocer en profundidad la oferta romántica que Parras tiene para ofrecer y entender por qué es considerado por muchos el mejor pueblo mágico de México para celebrar bodas y eventos especiales.


El viaje comenzó con la llegada a la Casona del Banco, un hotel boutique que es, sin duda, una joya arquitectónica y de hospitalidad. La historia de este edificio, que en su origen fue un banco, se ha transformado en un espacio de lujo y tranquilidad, donde cada rincón ha sido diseñado con un gusto impecable. La fachada de piedra, los muebles antiguos restaurados y los detalles modernos en perfecta armonía crean un ambiente que enamora desde el primer instante. La atención de la Lic. Olga Lara, presidenta de la Oficina de Convenciones y Visitantes, junto con el director de la OCV, Bernardo López García, fue cálida y profesional, demostrando el compromiso de Parras por ofrecer una experiencia de primer nivel a sus visitantes.
Tras instalarnos en este hermoso refugio, partimos a explorar la oferta vitivinícola de la región, que es, sin duda, uno de sus mayores orgullos. La región de Parras es reconocida internacionalmente por sus vinos de alta calidad, y sus viñedos no solo producen excelentes caldos, sino que también ofrecen espacios únicos para bodas y eventos.

Comenzamos en Tajo, un viñedo que combina tradición y modernidad, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes y un ambiente sofisticado. Posteriormente, visitamos RGmx, un espacio que destaca por su innovación y atención personalizada, ideal para quienes buscan un escenario exclusivo para celebrar su amor.



Luego, nos maravillamos en Los Durmientes, un viñedo con una atmósfera romántica y elegante, perfecto para bodas íntimas y memorables. Finalmente, exploramos Brasas, un espacio que combina la calidez del vino y la gastronomía en un entorno que invita a la celebración.
Cada uno de estos viñedos cumple con las expectativas más altas, no solo en calidad de sus vinos, sino también en sus instalaciones y servicios de hospedaje. La variedad de opciones permite a los futuros novios elegir el lugar que mejor se adapte a su estilo y a la fecha soñada, sin dejar de lado la exclusividad y el lujo que caracteriza a Parras. La duda entre cuál de estos espacios sería ideal para el gran día quedó en el aire, pues todos parecen diseñados para crear momentos mágicos e inolvidables.



Ya en la tarde, nos dirigimos al Complejo Parvada, un espacio que representa la visión integral del destino para eventos románticos. Este complejo combina un hermoso viñedo, un elegante salón de eventos, un restaurante de primera y un hotel boutique, todo en un entorno natural privilegiado. La propuesta de Parvada es ofrecer una experiencia completa, donde cada detalle, desde la decoración hasta la gastronomía, está pensado para satisfacer a los clientes más exigentes. La vista de los viñedos en el atardecer, el aroma de la tierra, la calidez del servicio y la atención personalizada hacen que este lugar sea, sin duda, uno de los destinos más completos para bodas y celebraciones de romance.

Durante nuestra visita, José Carlos Santiago y yo coincidimos en que Parras de la Fuente encarna la combinación perfecta de tradición, lujo, naturaleza y hospitalidad. La región no solo es un escenario de belleza natural, sino también un destino que ha sabido consolidarse como un centro de experiencias exclusivas para quienes desean celebrar su amor en un entorno lleno de historia y elegancia. La calidad de sus vinos, la variedad de espacios para eventos y la calidez de su gente hacen de Parras un lugar único en México.
Nuestro recorrido concluyó en la noche, con la sensación de haber descubierto un destino que supera las expectativas y que ofrece mucho más que un simple paisaje hermoso. Parras de la Fuente es, sin duda, un lugar donde los sueños de amor se hacen realidad, un rincón que invita a vivir momentos de intensidad y belleza, con la promesa de que cada evento realizado aquí será inolvidable.
Este viaje reafirmó que Parras de la Fuente no solo merece ser considerado uno de los pueblos mágicos más bellos del país, sino que también se posiciona como el mejor destino para quienes buscan celebrar el amor en un escenario de alta clase, sofisticación y romanticismo. Sin duda, un destino que conquista corazones y que invita a soñar con un futuro lleno de momentos mágicos y memorables.