Por Armando de la Garza

En la vibrante y vasta oferta culinaria de la Ciudad de México, los tacos siempre han ocupado un lugar especial en el corazón y paladar de sus habitantes. Sin embargo, pocas veces se ha visto que una taquería logre un reconocimiento de nivel mundial. Esto cambió con El Califa de León, que se ha convertido en la primera taquería chilanga en recibir una estrella Michelin, destacando por ser “muy bueno dentro de su categoría”.

La distinción, generalmente reservada para restaurantes de alta cocina, resalta la excelencia culinaria de El Califa de León en su interpretación de un platillo tan emblemático como lo son los tacos. Este logro no solo pone en alto a la taquería, sino que también celebra la riqueza gastronómica de la Ciudad de México, donde lo tradicional y lo contemporáneo coexisten y se potencian mutuamente.

El Califa de León ha sabido conquistar tanto a locales como a turistas con su propuesta de tacos elaborados con ingredientes frescos y de alta calidad, y técnicas culinarias que combinan lo mejor de la tradición y la innovación. La estrella Michelin reconoce su esfuerzo por elevar un platillo cotidiano a una experiencia gastronómica extraordinaria, digna de los paladares más exigentes.

Este reconocimiento marca un precedente y abre la puerta para que más establecimientos de comida tradicional mexicana aspiren a ser reconocidos en el escenario global, celebrando la diversidad y profundidad de la gastronomía mexicana.

El logro de El Califa de León es, sin duda, una prueba de que en la Ciudad de México se pueden encontrar auténticas joyas culinarias en los lugares más inesperados, recordándonos que la excelencia no siempre viene en platos elaborados, sino en el sabor auténtico y el amor por la cocina.