Por Armando de la Garza
Campeche, México– Una inversión, que ha dejado boquiabiertos a empresarios y ciudadanos por igual, el Gobierno esta a punto de abrir las puertas del polémico Hotel del Tren Maya, una lujosa obra que ha costado la asombrosa cifra de 52 millones de dólares. Este proyecto, que se presenta como una joya del turismo sostenible, ha desatado una ola de críticas y sospechas sobre el uso de recursos públicos en el sector hotelero.
Empresarios señalan que esta millonaria inversión no solo compite deslealmente con los hoteles locales, sino que también plantea serias interrogantes sobre la transparencia y la ética del Gobierno. ¿Por qué destinar tanto dinero en un hotel cuando hay necesidades urgentes en la comunidad? La respuesta parece clara: el poder político está tomando el control del turismo en la región, dejando a los empresarios locales en una situación de desventaja.
Los empresarios, que han luchado por años para mantener sus negocios a flote, no pueden ocultar su indignación. “Es una competencia desleal. ¿Con qué cara pueden decir que apoyan al turismo si están creando un monstruo que nos ahoga?”, lamenta uno de los hoteleros más afectados.
El Gobierno defiende la iniciativa alegando que el hotel generará miles de empleos y promoverá el desarrollo turístico en el estado. Sin embargo, muchos se preguntan si esta promesa se cumplirá o si se convertirá en otro proyecto fallido, como tantos otros en el país.
Mientras tanto, la próxima inauguración del Hotel del Tren Maya se convierte en un símbolo de la lucha entre el interés público y los negocios privados, una batalla que, sin duda, continuará resonando en los pasillos del poder
. ¿Será este el inicio de un nuevo capítulo en la historia del turismo en México, o simplemente el último escándalo en un mar de corrupción? ¡La respuesta está por verse!