Por Armando de la Garza
Candela, Coahuila – En un rincón de la geografía coahuilense, la pequeña iglesia dedicada a Santiago Apóstol se erige como un testimonio vivo de la fe y la historia de sus habitantes. Este año, la iglesia celebra con orgullo sus 188 años de existencia, convirtiéndose en la más antigua de Coahuila, superando en antigüedad a la catedral de Saltillo, que fue inaugurada en 1891.
La historia del milagro del Cristo de Valladares está intrínsecamente ligada a la fe de la comunidad. Recientemente, el juez de paz local ha hecho un llamado al jerarca católico para solicitar la asignación de un sacerdote que atienda los menesteres religiosos del templo. Este gesto no solo refleja la necesidad espiritual de los feligreses, sino también un deseo profundo de mantener vivas las tradiciones y la devoción que han caracterizado a la comunidad a lo largo de los años.
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Élida, una de las habitantes más queridas del lugar, comparte con entusiasmo el legado de la iglesia. “Es un orgullo para nosotros saber que esta iglesia es la más antigua de Coahuila. Aquí, cada piedra cuenta una historia, y cada misa es un recordatorio de nuestra fe y unidad”, comenta, mientras observa a los niños jugar en el patio de la iglesia.
La devoción hacia el Cristo de Valladares ha atraído a fieles de todas partes, quienes llegan para rendir homenaje y buscar su intercesión. Historias de milagros y favores concedidos han circulado de generación en generación, fortaleciendo el vínculo espiritual entre el Cristo y la comunidad.
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La solicitud del juez de paz se convierte en un símbolo de la unión y la esperanza de los habitantes de Candela, quienes anhelan que el nuevo sacerdote no solo guíe la vida religiosa, sino que también impulse un renacer de actividades culturales y comunitarias en torno a la iglesia.
La celebración del aniversario de la iglesia Santiago Apóstol no solo es un motivo de fiesta, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la historia y el futuro de la fe en esta comunidad. Con la llegada de un nuevo sacerdote, los habitantes de Candela esperan revivir la llama de la espiritualidad y continuar transmitiendo su legado a las futuras generaciones.
La historia del milagro del Cristo de Valladares es, en última instancia, una historia de fe, comunidad y la inquebrantable esperanza que reside en el corazón de cada uno de los habitantes de este pequeño pero significativo lugar en Coahuila.