Santa María del Río, en San Luis Potosí, es cuna de una de las prendas más emblemáticas de la mujer mexicana, el rebozo. San Luis Potosí tiene su propio catálogo multicolor de artesanías. Desde los morrales y botas de maqueta, los cestos de carrizo y los muebles de huacalillo con palma provenientes de Rioverde, hasta artículos de piel, muñecas huastecas, objetos de madera, cristos de caoba, cobijas de lana, muy útiles para el clima fresco que reina al anochecer en San Luis Potosí. Pero la artesanía más representativa del estado es el rebozo, elegante prenda que forma parte de muchos de los trajes típicos de México.
Santa María del Río es la población donde se fabrica esta delicada pieza, cuya historia en México se remonta al siglo XVII, cuando el galeón de Acapulco trajo la seda de China. Los otomíes comenzaron a producir quexquemitls (una especie de capa) y rebozos que comerciaban en distintos sitios, entre ellos, San Luis Potosí, donde echó raíces. Cuando en el siglo XIX se inventó una seda sintética a base de madera llamada artisela, el costo de la prenda descendió, volviéndolo más accesible para todos. Sin embargo, los rebozos tradicionales se siguieron haciendo sobre pedido. Los rebozos de Santa María del Río se realizan en talleres familiares con el procedimiento de antaño. La variedad y riqueza de sus diseños dan origen a piezas únicas, muy apreciadas como distintivo de la indumentaria de la mujer mexicana. Un secreto para descubrir si el rebozo está hecho de seda natural y no de fibras sintéticas es hacer pasar el rebozo por un anillo. Sólo los de seda natural podrán superar la prueba.
Un rebozo de seda no tendrá mejor complemento que una hermosa caja de madera taraceada como estuche. Estas primorosas cajitas son también fabricadas en Santa María del Río, que con estas dos artesanías gana un destacado lugar entre los pueblos artesanos de México.
Para ver como se anuda un rebozo ver Video: