Por Armando de la Garza
Boca del Río, Veracruz – La heladería “La Flor de Dolores”, conocida por su icónica tradición y sus deliciosos sabores, se ha hecho presente en el Tianguis Nacional de Pueblos Mágicos, donde ha cautivado a visitantes con sus exquisitos helados artesanales. Doña Tere Moncada, la apasionada propietaria de este emblema de Dolores Hidalgo, Guanajuato, ha llevado el legado familiar a nuevas alturas, deleitando a los asistentes con una variedad de sabores que evocan la esencia de su pueblo.
Durante el evento, que celebra la riqueza cultural y gastronómica de los Pueblos Mágicos de México, “La Flor de Dolores” ha destacado por sus helados elaborados con ingredientes frescos y naturales, muchos de los cuales son producidos localmente. Entre sus sabores más populares se encuentran el de cajeta, el de mamey y el emblemático de garambuyo, que han enamorado a quienes buscan un pedacito de la tradición guanajuatense.
“Es un orgullo representar a Dolores Hidalgo en este evento tan importante. Cada helado que servimos cuenta una historia y refleja la pasión de nuestra gente”, comentó Doña Tere, mientras atendía a un grupo de visitantes que se acercaban curiosos por probar sus creaciones.
El Tianguis Nacional de Pueblos Mágicos no solo es una plataforma para mostrar la diversidad cultural del país, sino que también fomenta el turismo y el intercambio entre comunidades. La participación de “La Flor de Dolores” ha sido un claro ejemplo de cómo la gastronomía puede ser un vehículo para promover la identidad y el patrimonio de un lugar.
Los asistentes han elogiado la calidad de los helados y la calidez del servicio, convirtiendo a la heladería en uno de los puntos más visitados del tianguis. “Nunca había probado algo tan delicioso. Definitivamente, quiero visitar Dolores Hidalgo y experimentar más de su cultura”, expresó una visitante de Veracruz.
Con su participación en este evento, Doña Tere Moncada no solo ha llevado el sabor de Dolores Hidalgo a Boca del Río, sino que también ha reafirmado la importancia de preservar las tradiciones culinarias mexicanas, asegurando que el legado de la familia Moncada continúe deleitando paladares por generaciones.
La Flor de Dolores se consolida así como un símbolo de la riqueza cultural de México, invitando a todos a descubrir y disfrutar de la magia que cada sabor encierra.
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