Por Armando de la Garza
Nayarit, un estado lleno de magia, tradiciones y paisajes impresionantes, también alberga tesoros culinarios que merecen ser descubiertos. En nuestra reciente visita a los Pueblos Mágicos de la región, comenzamos una aventura gastronómica en Jala, Ahuacatlán y Jomulco, donde los sabores y la calidez de su gente nos dejaron una impresión imborrable.

Desayuno en Jala: el Itacate y su magia

Nuestro día arrancó en el encantador pueblo de Jala, con un desayuno en el tradicional Itacate. Desde el primer bocado, la experiencia fue deliciosa y auténtica. La atención personalizada de la señora Ruth, quien nos atendió con amabilidad y nos regaló unos atados de hierbas aromáticas para disfrutar después del baño, convirtió la visita en algo más que una simple comida. La calidez de su trato y los sabores genuinos de la cocina local nos atraparon en un maratón de dos horas, disfrutando cada plato con entusiasmo.

Ahuacatlán: el lugar de los aguacates y su sorpresiva gastronomía

Tras el desayuno, partimos hacia Ahuacatlán, conocido como el lugar de los aguacates. Este pueblo, menos conocido pero lleno de encanto, nos sorprendió con su oferta gastronómica auténtica y llena de sabor.
La primera parada fue en la Panadería San Francisco, donde Miriam Martínez, la encargada, nos mostró el proceso artesanal de elaboración del pan, incluyendo su especialidad: el pan de aguacate. Aunque la receta es un secreto bien guardado, el aroma y el sabor de sus panes son simplemente irresistibles. La experiencia de ver cómo se hace el pan y degustar su producto final fue, sin duda, uno de los momentos destacados de nuestra visita.

Para cerrar con broche de oro, nos dirigimos a la Cenaduría de Doña Alicia, un lugar emblemático donde probamos algunas de las mejores tostadas y pozoles de la región. La sazón, la calidad de los ingredientes y el ambiente acogedor hicieron que cada bocado fuera una verdadera experiencia sensorial. Sin duda, una parada obligatoria para quienes buscan sabores tradicionales y auténticos en Nayarit.
La riqueza gastronómica de los Pueblos Mágicos de Nayarit es un reflejo de su cultura, historia y tradiciones. Desde el desayuno en Jala hasta los sabores de Ahuacatlán, cada platillo y cada aroma nos invitaron a conocer más de cerca la identidad de esta tierra. Sin duda, Nayarit no solo cautiva con sus paisajes, sino también con su extraordinario patrimonio culinario que merece ser descubierto y disfrutado por todos los amantes de la buena mesa.
Gracias a Carla González de la Secretaria de Turismo de Nayarit por sus atenciones.
Para más información sobre Nayarit visita su página www.visitnayarit.travel