Armando de la Garza
Desde la imponente mina Peña Colorada hasta los bosques de la Sierra de Manantlán, este municipio ofrece una fusión única de historia industrial, gastronomía local y un ecoturismo prometedor.
COLIMA, Colima.— Enclavado en la geografía colimense, el municipio de Minatitlán se revela como un destino que logra trascender su propia etimología.

Aunque su nombre en náhuatl, “lugar dedicado a la mina”, hace referencia directa a una actividad ancestral que hoy se mantiene vigente con la operación de una de las minas de hierro más importantes de México por la Compañía Minera Peña Colorada, reducir a este poblado únicamente a su faceta industrial sería ignorar una riqueza cultural y natural sorprendente.
Minatitlán es, ante todo, una tierra fértil donde la identidad se construye entre el aroma del café y la frescura de sus bosques. Lejos de ser solo un enclave minero, sus valles y comunidades rurales, bendecidos con un clima templado y suelos ricos en minerales, dan vida a una estampa agrícola vibrante.
Tierra de café y sabor auténtico
Si bien la caña de azúcar y el maíz son cultivos fundamentales para la economía local, la verdadera joya de la corona agrícola de Minatitlán es su café. Localidades como El Arrayanal se han consolidado como productoras de granos de excelente calidad, aprovechando la humedad moderada y las condiciones ideales del terreno.
Una visita a este municipio no está completa sin degustar una taza de café arábigo o de “mojo”, tostado y preparado por manos locales. Este producto se ha convertido en uno de los mayores orgullos de la región y un sello distintivo que acompaña las mañanas y las reuniones familiares de sus habitantes.
La oferta gastronómica complementa esta experiencia sensorial. La cocina de Minatitlán refleja su diversidad natural con platillos emblemáticos como la birria, el pozole y la cecina. Además, la región es reconocida por la preservación de técnicas tradicionales en la elaboración de dulces derivados de la caña, como la miel, el piloncillo y los ates.
Un calendario lleno de tradición
La identidad de Minatitlán se celebra activamente a través de sus festividades, que funcionan como escaparates de su producción cultural y económica.
El evento más emblemático es la Feria del Café y la Minería, que cada enero rinde homenaje a los dos pilares económicos del municipio con música, danzas, exposiciones y muestras artesanales. (La próxima edición está programada del 8 al 18 de enero de 2026).
La diversidad biocultural tiene su espacio en agosto con la Feria del Hongo en la comunidad de El Terrero. Este encuentro gira en torno a los hongos comestibles de los bosques locales, ofreciendo platillos innovadores como pozole de hongo y ceviche, además de talleres y caminatas guiadas enfocadas en la recolección sustentable.
Asimismo, la destreza artesanal es honrada cada junio en la comunidad de El Sauz durante la Feria de la Canasta, una celebración dedicada a la cestería elaborada con otate, un oficio heredado por generaciones que resalta el ingenio creativo de la región.
Un paraíso ecoturístico por explorar
Para los viajeros que buscan conectar con la naturaleza, Minatitlán ofrece tesoros poco explorados.

Entre ellos destaca la Cascada El Salto, una impresionante caída de agua de más de 20 metros rodeada de densos bosques, ideal para el descanso y la fotografía.
Muy cerca, La Gloria Escondida, una monumental formación rocosa de aproximadamente 80 metros de altura, retas a los senderistas a alcanzar su cima para disfrutar de vistas panorámicas excepcionales de los valles circundantes.

La importancia ecológica del municipio trasciende fronteras, ya que parte de su territorio integra la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, declarada por la UNESCO en 1988 por su extraordinaria riqueza biológica.
Además, alberga el Área de Protección de Flora y Fauna Canoas, fundamental para la conservación de especies emblemáticas como el jaguar y el puma.
Minatitlán se posiciona así no solo como un referente minero, sino como un destino auténtico de ecoturismo responsable, donde la historia convive armónicamente con paisajes verdes y una cultura viva que espera ser descubierta.








