Por Armando de la Garza/ Mexico Extraordinario

Puebla, México – En el corazón de la gastronomía poblana, un platillo auténtico y económico destaca por su sabor y tradición: los molotes. Aunque no son tan conocidos fuera del estado, estos deliciosos bocados son un tesoro culinario que merece ser celebrado y compartido.

Los molotes son una especie de masa de maíz rellena, que se fríe hasta alcanzar una textura dorada y crujiente. Su origen se remonta a las tradiciones indígenas de la región, donde el maíz ha sido fundamental en la dieta de sus habitantes. Su versatilidad permite una variedad de rellenos, desde papa y queso hasta carnes y verduras, lo que los convierte en una opción ideal para todos los gustos.

En Puebla, los molotes se pueden encontrar en mercados locales y puestos de comida callejera, donde se sirven acompañados de salsas picantes y ensaladas frescas. Son un platillo popular entre los poblanos, quienes los disfrutan como un antojo en cualquier momento del día. Su precio accesible los convierte en una opción ideal para quienes buscan una comida sabrosa sin afectar su bolsillo.

A pesar de su popularidad local, los molotes aún no han logrado el reconocimiento que merecen en el ámbito nacional e internacional. Sin embargo, con el creciente interés por la gastronomía mexicana, cada vez más personas están descubriendo este platillo. Restaurantes y food trucks han comenzado a incluir los molotes en sus menús, presentándolos de formas innovadoras que atraen a nuevos comensales.

La riqueza cultural de Puebla se refleja en cada bocado de molote, y su preparación es un acto que une a las comunidades. Muchos pobladores siguen la tradición de hacer la masa a mano, utilizando técnicas que han pasado de generación en generación. Este proceso artesanal no solo realza el sabor, sino que también enriquece la experiencia gastronómica, haciendo de cada molote un pedazo de historia.

Con el auge del turismo gastronómico, es el momento ideal para que los molotes poblanos salgan de las fronteras del estado y sean apreciados por un público más amplio. Los festivales de comida y los eventos culinarios son oportunidades perfectas para que los chefs presenten interpretaciones contemporáneas de este platillo, mientras mantienen viva la esencia de su tradición.

En conclusión, los molotes poblanos son mucho más que una simple comida callejera; son una representación de la identidad cultural y gastronómica de Puebla. Su sabor, historia y accesibilidad los convierten en un platillo que merece ser descubierto y disfrutado por todos. Así que la próxima vez que te encuentres en Puebla, no olvides probar este tesoro culinario que seguramente te dejará con ganas de más.