Por Armando de la Garza/ México Extraordinario

En la era actual, donde la promoción turística a menudo se convierte en una herramienta de imagen política, es fundamental recordar que los verdaderos protagonistas de cualquier destino son sus propios lugares, su oferta genuina y sus experiencias únicas. Así lo señala Armando de la Garza, presidente de Grupo México Extraordinario, quien advierte que “ojos que no ven y cuerpo que no siente” no solo es una frase, sino una realidad que puede afectar la autenticidad y el valor de los destinos turísticos.

“Actualmente, vemos cómo muchas campañas de promoción se enfocan en discursos políticos o en la imagen de ciertos personajes, dejando de lado la verdadera esencia de los destinos: su oferta turística, sus productos, su gastronomía, su historia y las experiencias que pueden vivir los visitantes”, explica de la Garza. “Este enfoque puede ser superficial y, a largo plazo, perjudica la percepción real del lugar y su potencial de desarrollo”.

El especialista subraya que los destinos deben ser considerados como actores principales, no solo como escenarios para la promoción política. La riqueza de un destino radica en su autenticidad, en la calidad de su oferta y en la capacidad de brindar experiencias memorables que conecten con quienes lo visitan. La historia, la cultura, la gastronomía y la naturaleza son los verdaderos embajadores de México y de cualquier región que aspire a consolidarse como un lugar de interés turístico.

De la Garza insiste en que una estrategia turística efectiva debe centrarse en potenciar la identidad de cada destino, promoviendo su patrimonio, sus productos locales y sus tradiciones, en lugar de depender únicamente de campañas mediáticas que buscan impactos momentáneos. Solo así se logrará una promoción auténtica, que refleje la riqueza real de México y que beneficie tanto a las comunidades locales como a los visitantes.

“Es momento de que los actores políticos, empresarios y comunidades trabajen juntos para poner en valor lo que realmente hace único a cada lugar, en lugar de dejarse llevar por la imagen pasajera. La verdadera fuerza del turismo está en la autenticidad y en la experiencia que puede ofrecerse a quienes nos visitan”, concluye Armando de la Garza.

El llamado es a poner los ojos en lo que realmente importa: los destinos, sus historias y su gente, para que el turismo siga siendo una herramienta de crecimiento, desarrollo y orgullo nacional.