Por Armando de la Garza
París, la ciudad del amor y la luz, enfrenta un nuevo desafío con el alarmante aumento de carteristas profesionales que operan en sus calles y principales atracciones turísticas. Este fenómeno ha puesto en alerta a las autoridades locales, quienes están intensificando las medidas de seguridad para proteger tanto a residentes como a turistas.
En los últimos meses, se han reportado numerosos incidentes en lugares icónicos como la Torre Eiffel, el Museo del Louvre y los bulliciosos barrios de Montmartre y Le Marais. Los carteristas, que a menudo trabajan en grupos organizados, utilizan tácticas sofisticadas para distraer a sus víctimas, aprovechando la multitud y la confusión para robar billeteras, teléfonos móviles y otros objetos de valor.
La situación ha generado preocupación entre los visitantes, algunos de los cuales han expresado su temor a ser víctimas de robos durante su estancia en la capital francesa. Las autoridades han respondido a esta crisis creando campañas de concienciación y aumentando la presencia policial en las zonas más afectadas.
Además, se están implementando medidas de prevención, como la instalación de cámaras de seguridad en puntos estratégicos y la colaboración con servicios de seguridad privada. Las autoridades también han instado a los turistas a estar más atentos y a tomar precauciones, como evitar llevar objetos de valor a la vista y utilizar bolsos que se cierren adecuadamente.
A pesar de estos esfuerzos, la situación ha llevado a un debate sobre la necesidad de abordar no solo la seguridad, sino también las causas subyacentes que alimentan la delincuencia en la ciudad. Expertos en criminología sugieren que se deben considerar políticas sociales que ayuden a reducir la pobreza y la desigualdad, factores que a menudo conducen a la actividad delictiva.
El aumento de carteristas profesionales en París ha puesto en alerta a las autoridades y ha generado inquietud entre los turistas. Con medidas de seguridad en marcha y una mayor concienciación, se espera que la ciudad pueda recuperar su reputación como un destino seguro y acogedor para todos aquellos que desean explorar su belleza y cultura.
