Esta propiedad ubicada en el Ejido San Miguel pertenece a Don Benito Hernández, un hombre de 63 años, quien hace más de 50 años descubrió este lugar.
Don Benito decidió crear su “casa de piedra” y decidió que ahí viviría, sin embargo el turismo que llega a conocer su propiedad y las pinturas rupestres a solo unos 5 minutos de distancia, poco le han dado