Armando de la Garza
Sarria, 21 de marzo de 2025 – Cada año, miles de peregrinos inician su camino hacia Santiago de Compostela, y este 2025 no ha sido la excepción. La localidad de Sarria, situada en la provincia de Lugo, se ha convertido en el punto de partida más popular para aquellos que desean completar el Camino de Santiago, ya que solo se requieren 100 kilómetros para obtener la codiciada Compostela.
Desde primeras horas de la mañana, las calles de Sarria se han llenado de un ambiente festivo y espiritual. Peregrinos de diversas nacionalidades, con mochilas a cuestas y bastones en mano, se preparan para recorrer los hermosos paisajes gallegos. Muchos de ellos llevan consigo no solo provisiones, sino también historias de vida y razones personales que los han llevado a emprender este viaje.
“Sarria es la puerta más popular de entrada al Camino de Santiago, un lugar donde las tradiciones se vuelven costumbres, La ruta que los peregrinos seguirán es famosa por sus impresionantes paisajes naturales, que incluyen bosques frondosos, ríos cristalinos y encantadores pueblos. A lo largo del camino, los caminantes podrán disfrutar de la rica gastronomía gallega, con platos típicos como el pulpo a la gallega y la empanada.
Este año, se espera un aumento significativo en el número de peregrinos, en parte debido a la reciente apertura de nuevas infraestructuras y al impulso de iniciativas turísticas en la zona. Las autoridades locales han trabajado arduamente para garantizar la seguridad y el bienestar de los caminantes, implementando medidas de señalización y mantenimiento de los senderos.
A medida que el sol se eleva en el horizonte, una mezcla de emoción y determinación se puede sentir en el aire. Cada paso que los peregrinos dan es un paso hacia la introspección, la conexión con la naturaleza y la búsqueda de un sentido más profundo en sus vidas. La aventura ha comenzado, y Sarria se convierte una vez más en el punto de partida de un viaje inolvidable hacia Santiago de Compostela.
Con este arranque, el Camino de Santiago se reafirma no solo como una ruta de peregrinación, sino como un símbolo de unidad y espiritualidad que trasciende fronteras. Los corazones de los peregrinos laten al unísono mientras se dirigen hacia su destino, con la esperanza de encontrar respuestas y quizás, a sí mismos.
