El investigador Rogelio Martínez Cárdenas estimó que Jalisco tiene una afluencia aproximada de ocho millones y medio de visitantes al año por turismo religioso, lo que genera una derrama económica de alrededor de 4 mil 250 millones de pesos.
En entrevista con Notimex agregó que el turismo religioso “tiene que ver con la gente que se mueve por motivos de fe, aunque normalmente lo asociamos sólo a la cuestión de las peregrinaciones, porque es lo más notorio”.
Añadió que, sin embargo, el turismo religioso “tiene algunas otras formas de manifestación, como son conciertos o ahora con la pasada visita del papa Francisco, donde la gente se mueve para ver los eventos en donde participó el Santo Padre; entre otras actividades religiosas y no necesariamente una peregrinación tal cual”.
Subrayó que el turismo religioso es bastante importante para Jalisco por los grandes santuarios que tiene, “contamos con la Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, que es el segundo santuario mariano en importancia a nivel nacional, que recibe a alrededor de seis millones de visitantes al año”.
El también coordinador de investigación del Centro Universitario de los Altos (CUAltos) indicó que además destacan en Jalisco: la Basílica de la Virgen de Zapopan, el Santuario de la Virgen de Talpa, y el Templo de Santo Toribio Romo, “éste último es nuevo pero recibe muchísimos visitantes”.
Mencionó que en la ciudad de Guadalajara se encuentra la Iglesia de La Luz del Mundo, que no es católica y que es visitada por miles de personas en el mes de agosto.
Detalló que en el caso de la Virgen de San Juan de los Lagos “hay una afluencia regional, tienen visitantes de todos los alrededores, principalmente de los que es San Luis Potosí, Aguascalientes, Guanajuato y Michoacán, incluso recibe gente del norte del país”.
“Esto tiene que ver con una imagen, que llamaron imagen peregrina, que cuando se estaba construyendo el santuario hacía recorridos en ciertas zonas y es donde se crea esta devoción, que hasta Chihuahua y Nuevo León ha llegado”.
Manifestó que se creó una devoción a la Virgen de San Juan de los Lagos, “que son los que principalmente vienen al santuario, que incluye a gente de la Ciudad de México y del Estado de México”.
Comentó que hay otros santuarios en el estado que tienen gran devoción, “pero no con un peso en términos nacionales como el de estos cinco anteriores, hablamos de aproximadamente ocho millones y medio de personas que se mueven alrededor de éstos al año”.
Expresó que sí ha habido inversión por parte de la Secretaría de Turismo para estos destinos religiosos, “principalmente para el de Talpa, con la Ruta del Peregrino, donde se hicieron obras y grandes monumentos a lo largo del camino, por arquitectos con reconocimiento internacional”.
Recordó que en otros sitios, como el caso de San Juan de los Lagos, la Secretaría de Turismo federal hizo algunas inversiones para adaptar el lugar para los visitantes en cuestiones de seguridad, “por ejemplo, se prepararon con sanitarios”.
Aseguró que uno de los problemas que tiene el turismo religioso es que “al no estar tan publicitado como el turismo de sol y playa en donde grandes operadoras turísticas lo manejan, éste se maneja más de una forma independiente por gente que organiza viajes o las mismas diócesis que mueven peregrinos”.
Apuntó que muchos de estos sitios de fe tienen problemas de gestión y uno de ellos tiene que ver con la saturación de los espacios.
Citó como ejemplo, el caso del Templo de Santo Toribio, “que es un caso emergente, con una población de poco más de 300 personas, y hay registros de que en un fin de semana ha llegado a recibir a 80 mil visitantes, entonces simplemente la infraestructura sanitaria de la población no es suficiente para atender a todos los visitantes”.
“Eso se vuelve un conflicto de riesgo sanitario y de seguridad, al llegarse a congregar 80 mil personas en un fin de semana”.
Detalló que muchos de estos santuarios reciben visitantes en peregrinaciones “que algunas veces son por varios días e incluso en horas inadecuadas como a medio día en época de calor, o hay gente que no está preparada para hacer actividad física de caminar largos trayectos y entonces se vuelve un riesgo para ellos mismos”.
Precisó que los servicios médicos son importantes en estos sitios “y no en todos los lugares están preparados, en el caso del Templo de Santo Toribio apenas se está poniendo un servicio de salud, porque no existía en la población, entonces estos sitios tienen problemas de gestión importantes”.
Puntualizó que estos destinos religiosos “suenan muy atractivos en términos de que los días de la peregrinación, por ejemplo el 2 de febrero ver la gran cantidad de fieles que llega a San Juan de los Lagos, o ahora en esta época donde la gente va a Talpa”.
Explicó que mucha de la gente que acude a estos sitios de fe “son personas que van entre otras cosas a pedir salud, entonces llegan enfermos, entonces existen los riesgos de contaminación o contagio, por lo que la población tiene que estar siendo desinfectada constantemente para evitar estos riesgos”.
Resaltó que existe un debate entre que si son peregrinos o turistas, “en términos de fe se dice que son sólo peregrinos y en términos prácticos y económicos son turistas porque llegan y gastan en esos sitios como cualquier turista, incluso hay lugares en donde llegan y se hospedan”.
Destacó que estos desplazamientos generan ingresos a las poblaciones que reciben estas visitas, “incluso hay quienes viven de recibir a este tipo de turistas”.
Subrayó que no hay un registro de la cantidad exacta de este tipo de turistas porque son visitas a templos abiertos, “muchas veces se hace un registro de cuando llegan grupos, pero tampoco hay un conteo puntual, pero hay estimaciones en base al número de camiones que arriban”.
“Si en total al año llegan aproximadamente ocho millones y medio de visitantes a estos cinco sitios de fe, siendo muy conservadores, hablamos de que se deja una derrama económica estimada en cuatro mil 250 millones de pesos”.
Dijo que aunque el área de turismo desdeñe a este tipo de turismo religioso “porque dice que le sale muy caro, porque cada persona gasta muy poco, pero por el volumen de personas que llega se genera un ingreso muy importante de dinero”.
Añadió que a diferencia de Puerto Vallarta, “a donde una persona va y gasta una cantidad importante en forma individual y a lo mejor un solo turista deja 10 mil pesos de gasto, se estima que en estos destinos religiosos un turista deja 500 pesos en promedio”.
“Pero la diferencia es que en el turismo religioso llegan muchos más visitantes que a Puerto Vallarta y en volumen hacen una suma importante de dinero, sólo que es una cantidad diseminada ya que no llega todo junto”.
Comentó que la Iglesia “tiene una pastoral de turismo, pero curiosamente siendo Jalisco un estado importante en el tema por la cantidad de santuarios que tiene, la pastoral para la iglesia no es una de sus prioridades, entonces eso genera de entrada un conflicto, la misma iglesia no le da valor a este turismo”.
Manifestó que uno de los problemas que tiene el turismo religioso “es que no hay una relación muy clara o muy definida de cuál es el papel de la iglesia y cuál el papel del estado para que se sienten y puedan atender este tipo de turismo”.
“Es importante atenderlo, no tanto por la cuestión devocional, sino porque es constante ver que al no estar manejado profesionalmente este tipo de turismo, se llega a dar que viajan en camiones viejos y sin seguros de vida, etcétera, y se llegan a registrar accidentes carreteros”.
Agregó que los peregrinos que van a pie “no llevan la protección o prevención, y se llega a dar el caso de fieles atropellados, o hay gente que no está preparada para hacer ejercicio bajo esas condiciones, y se ven en algunos lugares cruces marcadas de quienes han fallecido ahí por falta de servicios médicos que los atiendan, por ejemplo”.
“Sí es importante atender a este tipo de turismo aunque parezca que no es tan atractivo en relación al turismo de sol y playa o a los otros destinos turísticos con lo que cuenta Jalisco”, concluyó.
La Catedral Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos es una iglesia católica que alberga a la imagen de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos.
la importancia de esta iglesia ubicada en el municipio de San Juan de los Lagos reside en la veneración a la imagen de la virgen que donó a la ciudad el fraile franciscano Miguel de Bolonia en el año 1542, la cual se considera milagrosa desde la época colonial, y su fiesta se celebra el 2 de febrero y 15 de agosto.
En el municipio de Zapopan se encuentra la Virgen de Zapopan, también se le conoce como La Generala, La Reina y Madre de Jalisco, entre otros nombres más que ha recibido por parte del pueblo jalisciense.
La imagen original de la Virgen de Zapopan permanece en la Basílica de Nuestra Señora de Zapopan, sólo se saca el 12 de octubre para la Romería, el 12 de octubre.
El municipio de Talpa de Allende alberga a la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Talpa, la cual es una de las más visitadas del país, este Santuario de la Virgen de Talpa data de 1782 y cuenta con estilos que van desde el románico hasta el neoclásico.
Los peregrinos acuden a Talpa principalmente en cuatro grandes fiestas religiosas: el 2 de febrero, en que se celebra el Día de la Candelaria; del 11 al 19 de marzo, durante el novenario a Señor San José; en Semana Santa y el 12 de mayo, durante la coronación a la Señora del Rosario.
El proyecto de la Ruta del Peregrino se compone de tres miradores (dos en Atenguillo y uno en Ameca) en sitios propicios para apreciar el paisaje jalisciense de la Sierra Madre Occidental, tres ermitas laicas (Ameca, Mixtlán y Mascota), y seis sitios de descanso.
Además de dos albergues (Guachinango y Atenguillo) para el hospedaje de los peregrinos, una escultura de 18 metros dedicada a la virtud de la gratitud, en respuesta a las vivencias religiosas de gran parte de quienes realizan el camino a Talpa.
En el municipio de Jalostotitlán se encuentra el Santuario de Santo Toribio Romo; Toribio Romo González (1900-1928) nació en el poblado de Santa Ana de Guadalupe de este municipio ubicado en la zona de Los Altos de Jalisco.
El padre Toribio murió como mártir de la fe cristiana el 25 de febrero de 1928, 20 años después de su sacrificio los restos del mártir regresaron a su lugar de origen, y fueron depositados en la capilla construida por él en Jalostotitlán, el 22 de noviembre de 1992 fue beatificado y el 21 de mayo de 2000 fue canonizado junto con 24 compañeros.
La Iglesia de La Luz del Mundo tiene su sede internacional en Guadalajara, se caracteriza por su estructura piramidal y fue construida entre 1983 y 1991, sus miembros acuden de todo el mundo cada 14 de agosto y cada 14 de febrero.